Una luz intermitente
en medio de tus palabras
me recordó que las sonrisas
son pertenencias sagradas.
Como la sal marina,
la ropa floja
y los anocheceres en tu boca.
Un silencio explosivo
en el umbral de tu olor
me cobijó los instintos
de sol.
Como el temblor,
y el rocío
de amanecer con vos.
ART
Oct 20, 2017
Oct 15, 2017
Agujas
Tengo agujas milimétricas, casi inexistentes, que me hacen implosionar. Se cuelan desde la nariz hasta la sien, en los poros de la cara, en la piel. Recorren el cráneo, las uñas, las pupilas. Se llevan consigo las ganas, como quien pierde los dientes, las sábanas, la música y el mar.
Se me escapan entre parpadeos y me recorren los nervios, fluyen entre los drenajes de energía que ya no conservo, porque me traen más cansancio que sosiego.
Entre tanta arrancadera de luz y palabras, se me antoja más dejar. Dejar de correr y de sostener, de comprender y de dar. Al final mis ideas no son más que nubes en movimiento en media tormenta, se convierten en agua, caen al suelo, y vuelven a subir. Durante la caída se llenan de polvo y viento, empapan al mundo. Pero el mundo se seca, y continúa.
Tengo agujas instantáneas que me queman las plantas de los pies, como si caminara por terrenos llenos de piedras, y sé que en el fondo son mis propias válvulas de instinto recordándome que la sangre es mía, y la debo conservar. Como el agua después de la caída, como la fuerza para comer. Todo pertenece a esta casa que es sólo mía, y tengo que vencer las agujas, y descansar.
Entre tanta vida que no es mía acercándose a mis manos, las agujas me recuerdan que no se puede caminar por terreno minado sin arriesgarse a morir. Y mi vida vale más que los tesoros que creo que están del otro lado, mi vida vale más que las ganas que tengo de encontrarlos.
A veces hay que dar un paso para atrás para huir de las agujas y conservarse. Para quererse, para sobrevivir.
ART
A veces me cuesta mucho aceptar las derrotas, pero hasta la sangre tiene punto de ebullición, y no queda más que seguir.
Se me escapan entre parpadeos y me recorren los nervios, fluyen entre los drenajes de energía que ya no conservo, porque me traen más cansancio que sosiego.
Entre tanta arrancadera de luz y palabras, se me antoja más dejar. Dejar de correr y de sostener, de comprender y de dar. Al final mis ideas no son más que nubes en movimiento en media tormenta, se convierten en agua, caen al suelo, y vuelven a subir. Durante la caída se llenan de polvo y viento, empapan al mundo. Pero el mundo se seca, y continúa.
Tengo agujas instantáneas que me queman las plantas de los pies, como si caminara por terrenos llenos de piedras, y sé que en el fondo son mis propias válvulas de instinto recordándome que la sangre es mía, y la debo conservar. Como el agua después de la caída, como la fuerza para comer. Todo pertenece a esta casa que es sólo mía, y tengo que vencer las agujas, y descansar.
Entre tanta vida que no es mía acercándose a mis manos, las agujas me recuerdan que no se puede caminar por terreno minado sin arriesgarse a morir. Y mi vida vale más que los tesoros que creo que están del otro lado, mi vida vale más que las ganas que tengo de encontrarlos.
A veces hay que dar un paso para atrás para huir de las agujas y conservarse. Para quererse, para sobrevivir.
ART
A veces me cuesta mucho aceptar las derrotas, pero hasta la sangre tiene punto de ebullición, y no queda más que seguir.
Sep 25, 2017
Lluvia
¿No te recuerda algo caminar por las calles con lluvia?
Extrañarte se ha vuelto un deporte extremo, a vos y a cada corazón que se me escurrió de las manos. Porque el tiempo es cruel, y nos hace fantasear respecto al pasado de maneras tan extrañas, nos hace olvidar la realidad.
El suelo bajo los pies, el respaldar, todas las bases son efímeras.
Y nos movemos hacia algún norte, y tomamos decisiones, y vivimos como si supiéramos.
Pero no sabemos. No nos sabemos.
Yo camino por la lluvia y te lloro, como siempre.
¿No te da un poco de emoción colisionar?
Es tristeza, miedo y adrenalina. A la vez.
Una adicción al cambio y a querer más. La vida misma es droga.
La melancolía no es más que un invento para sentir algo, mientras viene algo más. Luego cambiamos un recuerdo por otro, los mezclamos, y recordamos mal.
Y si algún día por fin me libro, ¿qué será de mí?
Sin esta sombrilla empapada, sin este frío en la nariz.
Yo camino por la lluvia y olvido, como siempre.
ART
Soy adicta a la fantasía de que algún día me encontraré mientras camino bajo la lluvia.
Extrañarte se ha vuelto un deporte extremo, a vos y a cada corazón que se me escurrió de las manos. Porque el tiempo es cruel, y nos hace fantasear respecto al pasado de maneras tan extrañas, nos hace olvidar la realidad.
El suelo bajo los pies, el respaldar, todas las bases son efímeras.
Y nos movemos hacia algún norte, y tomamos decisiones, y vivimos como si supiéramos.
Pero no sabemos. No nos sabemos.
Yo camino por la lluvia y te lloro, como siempre.
¿No te da un poco de emoción colisionar?
Es tristeza, miedo y adrenalina. A la vez.
Una adicción al cambio y a querer más. La vida misma es droga.
La melancolía no es más que un invento para sentir algo, mientras viene algo más. Luego cambiamos un recuerdo por otro, los mezclamos, y recordamos mal.
Y si algún día por fin me libro, ¿qué será de mí?
Sin esta sombrilla empapada, sin este frío en la nariz.
Yo camino por la lluvia y olvido, como siempre.
ART
Soy adicta a la fantasía de que algún día me encontraré mientras camino bajo la lluvia.
Sep 22, 2017
Explotar
Desahogué mi locura
desde la punta de mi pestaña
la regué en mis senderos
y no sirvió de nada.
Me tragué los intentos
los papeles, la ansiedad,
recorrí diez veces mis calles
y llegué al mismo lugar.
Escupí mis deseos
buscando libertad,
me encontré con el vacío
de un espacio sin terminar
un libro de cuentos
sin portada, y sin final,
una casa cerrada
para poder descansar.
En la pizca de consciencia
aún sigo sin entender
que cada que el corazón revienta
me da por vencer
los delirios, las razones
cualquier lucha sin voz,
al final somos pasiones
en busca de explosión.
ART
Explotar cansa.
desde la punta de mi pestaña
la regué en mis senderos
y no sirvió de nada.
Me tragué los intentos
los papeles, la ansiedad,
recorrí diez veces mis calles
y llegué al mismo lugar.
Escupí mis deseos
buscando libertad,
me encontré con el vacío
de un espacio sin terminar
un libro de cuentos
sin portada, y sin final,
una casa cerrada
para poder descansar.
En la pizca de consciencia
aún sigo sin entender
que cada que el corazón revienta
me da por vencer
los delirios, las razones
cualquier lucha sin voz,
al final somos pasiones
en busca de explosión.
ART
Explotar cansa.
Sep 9, 2017
Dicen que los olores
traen memorias olvidadas,
me encendía el cigarro
mientras te buscaba.
Me dijeron que los vicios
son excusas para sobrellevar
algunas de tantas extrañezas
que no sabemos normalizar.
Te invocaba entre mi humo
a vos y a tu mirada
encontrando más de mi cuarto vacío
y una que otra pieza inventada.
Recordé que nos teníamos
entre deja vús inventados
de aquellos que más que sonrisa
son para tenernos amarrados.
Palabras distorcionadas
por licores acabados
y besos que se sienten
desolados.
Te busqué y te busqué en cada herida
en cada sonrisa y en cada mañana
te encontré sólo para entender
que no eras vos a quien buscaba.
ART
Se me apagaron las luces.
traen memorias olvidadas,
me encendía el cigarro
mientras te buscaba.
Me dijeron que los vicios
son excusas para sobrellevar
algunas de tantas extrañezas
que no sabemos normalizar.
Te invocaba entre mi humo
a vos y a tu mirada
encontrando más de mi cuarto vacío
y una que otra pieza inventada.
Recordé que nos teníamos
entre deja vús inventados
de aquellos que más que sonrisa
son para tenernos amarrados.
Palabras distorcionadas
por licores acabados
y besos que se sienten
desolados.
Te busqué y te busqué en cada herida
en cada sonrisa y en cada mañana
te encontré sólo para entender
que no eras vos a quien buscaba.
ART
Se me apagaron las luces.
Jul 25, 2017
Tu perfume
El perfume instantáneo de tus ojos
me lleva a un lugar que desconozco.
Dentro de las comisuras de tu boca
me encuentro con mi propia historia,
una lujosa contienda entre mis manos
que luchan por tocarte primero.
La palabra ausente mientras leés
me dice que esta paz no es de creer;
es una victoria real
que seás en mí como volcán,
una explosión que arde de luz
del filo de tu labios en mi cruz.
El perfume natural de tu alma
amanece conmigo cada mañana,
y cada noche reencarna
entre nuestro reflejo por la ventana.
Y el magno tacto de tu voz
me acerca poco a poco a dios.
Un dios muerto, pero mío
como tu respiración en mi oído.
ART
Amarte es un grito de esperanza.
me lleva a un lugar que desconozco.
Dentro de las comisuras de tu boca
me encuentro con mi propia historia,
una lujosa contienda entre mis manos
que luchan por tocarte primero.
La palabra ausente mientras leés
me dice que esta paz no es de creer;
es una victoria real
que seás en mí como volcán,
una explosión que arde de luz
del filo de tu labios en mi cruz.
El perfume natural de tu alma
amanece conmigo cada mañana,
y cada noche reencarna
entre nuestro reflejo por la ventana.
Y el magno tacto de tu voz
me acerca poco a poco a dios.
Un dios muerto, pero mío
como tu respiración en mi oído.
ART
Amarte es un grito de esperanza.
Jul 14, 2017
Rojo
Tengo una mancha roja
en la piel, en la nariz,
en mis manos cansadas
de tanto día gris.
Rojo vino,
rojo sangre,
rojo encendido
aún caliente.
Tengo una mancha en el pecho
que me duele al dormir
se endurece cuando despierto
y se seca con el viento.
Gotas espesas, viscosas,
me manchan los ojos,
rojo hervido, vivo,
como cielo atardeciendo.
Tengo rojo hasta en las uñas,
en los poros que me arden,
yo juraba que era sangre,
pero no es más que esmalte.
ART
A veces me duele lo que no tengo, de tanta sensibilidad.
en la piel, en la nariz,
en mis manos cansadas
de tanto día gris.
Rojo vino,
rojo sangre,
rojo encendido
aún caliente.
Tengo una mancha en el pecho
que me duele al dormir
se endurece cuando despierto
y se seca con el viento.
Gotas espesas, viscosas,
me manchan los ojos,
rojo hervido, vivo,
como cielo atardeciendo.
Tengo rojo hasta en las uñas,
en los poros que me arden,
yo juraba que era sangre,
pero no es más que esmalte.
ART
A veces me duele lo que no tengo, de tanta sensibilidad.
Jun 25, 2017
Cercanía
Acercarse es un reto; una subestimación, a veces. Es una luz que puede terminar siendo fuego,
y quemarnos.
Nos acercamos tan poco a otros corazones, tan cerca que podamos sentirlos, olerlos, que sean casi como nuestros.
La cercanía es valentía: pertenecerse, involucrarse, adentrarse con otro.
La practicamos tan poquito, que cuando pasa, y sale mal, se nos corta la voz, se nos acaba el aire.
Cada vez que permito una cercanía nueva, recuerdo que es una apuesta que muchas veces se pierde. Y perder a veces nos duele hasta matar.
Con el paso del tiempo, la cercanía se vuelve un lujo que no cualquier alma puede aguantar.
ART
A veces paso tanto tiempo encerrada en mi burbuja, que se me olvida lo duro que es eso de dejarse tocar el alma, para luego tener que volver a cerrar la puerta. Porque el alma duele fácilmente, y difícilmente regenera.
Apr 29, 2017
Pertenecerme
Pertenecer
Yo quería pertenecerme, en vos.
al viento que se cuela
en los espacios,
a la tarde que se acaba,
a la risa espontánea.
Cubrir
de magia lo mundano,
de colores cada cana
hasta que sude el pasado
y se seque en las sábanas.
Acaecer
uno mismo en el tiempo,
en el lujo del instante
que parpadea incesante
de ternura y de deseo.
Pertenecer
al sollozo de la calma
en silencio,
al frío de la noche
en tu pecho.
ART
Yo quería pertenecerme, en vos.
Apr 12, 2017
Pantera Negra
Vivía en una selva enorme, con el clima perfecto para mi voraz apetito. Como buen felino, disfrutaba de carreras interminables bajo el sol, y de cacerías envidiables en las noches. Disfrutaba de mis paseos nocturnos por la selva, es un placer indescriptible sentir la libertad en el pelaje, en el viento, en las plantas. Mis ojos me permitían encontrarme con los tesoros más admirables en la naturaleza, con todo tipo de árboles, flores, especies.
Los búhos me fascinaban, con su introversión y calma. Cualquiera que los veía calculaba que tendrían más de mil años, tanta experiencia y sabiduría. Me enamoré de tantos búhos, pero siempre me decepcionaba cuando caía en realidad: Su sabiduría no quitaba la oscuridad de su alma. Engañan más de lo que se pueden imaginar, ¡son unos corruptos! Utilizan su imagen perfecta, su grandeza y su capacidad. Pero al final, se vendían a los brujos del bosque con tal de conseguir lo que quisieran. Se rodeaban de magia negra.
Los placeres momentáneos y yo no éramos amigos, ¿saben? Como felino audaz y comprensivo, para mí hacer las cosas bien y de frente era importante. La hipocresía no existía, mi presa nunca era sorprendida por la espalda, por ejemplo. La honestidad, la verdad, y la búsqueda de bienestar y equilibrio en el ecosistema siempre fue vital para mí.
Me decepcioné una vez más de los ojos más hermosos que había visto. Otra vez me acorraló, y desperté: Los mismos barrotes de hierro de los últimos 3 años, los mismos 20 metros para dar vueltas de un lado a otro. Sola con mi jaula.
Una pantera encerrada, condenada a enamorarse de búhos que la mandan de vuelta a su cárcel y su soledad. Condenada a sufrir las consecuencias de su ingenuidad.
ART
Como odio los zoológicos.
Los búhos me fascinaban, con su introversión y calma. Cualquiera que los veía calculaba que tendrían más de mil años, tanta experiencia y sabiduría. Me enamoré de tantos búhos, pero siempre me decepcionaba cuando caía en realidad: Su sabiduría no quitaba la oscuridad de su alma. Engañan más de lo que se pueden imaginar, ¡son unos corruptos! Utilizan su imagen perfecta, su grandeza y su capacidad. Pero al final, se vendían a los brujos del bosque con tal de conseguir lo que quisieran. Se rodeaban de magia negra.
Los placeres momentáneos y yo no éramos amigos, ¿saben? Como felino audaz y comprensivo, para mí hacer las cosas bien y de frente era importante. La hipocresía no existía, mi presa nunca era sorprendida por la espalda, por ejemplo. La honestidad, la verdad, y la búsqueda de bienestar y equilibrio en el ecosistema siempre fue vital para mí.
Me decepcioné una vez más de los ojos más hermosos que había visto. Otra vez me acorraló, y desperté: Los mismos barrotes de hierro de los últimos 3 años, los mismos 20 metros para dar vueltas de un lado a otro. Sola con mi jaula.
Una pantera encerrada, condenada a enamorarse de búhos que la mandan de vuelta a su cárcel y su soledad. Condenada a sufrir las consecuencias de su ingenuidad.
ART
Como odio los zoológicos.
Apr 11, 2017
La mañana
La mañana infiltrada
entre el día libre y su calma
me dijo que hoy el frío anda
de vacaciones.
Y cuando vi que me miraba
como ronroneando en las sábanas
supe que la luz bajaba
por escalones.
Porque paso a paso entraba
por fracciones rayadas
a cubrir de mañana
estos colores.
ART
Apr 7, 2017
Apagar la luz
Se ha relacionado la luz con alumbrar tanto el camino como la mente, con esplendor, con positivismo, con auge. La oscuridad es su contraparte, una zona negativa, dañada, mala. Pero yo creo que la luz, a veces, nos encandila. Hay que apagarla de vez en cuando para ser nosotros mismos, para encontrarnos.
Hay que enfrentarse a la falta de luz para interiorizar, para que en vez de estar viendo el camino, en vez de estar viendo el espacio alrededor, justamente por lo alumbrado que está, podamos olvidarnos de nuestros ojos y cerrarlos, entrar en la oscuridad de nuestra alma y nuestro pensamiento. Enfrentarnos.
Me gusta apagar la luz cada cierto tiempo, y reencontrarme. Caminar despacio por mis propios pensamientos, sentirlos en vez de mirarlos. Los ojos nos opacan tanto los demás sentidos. ¿Qué me dicen del tacto? Si prestáramos más atención disfrutaríamos tanto las texturas que rozamos cada día.
Incluso los audífonos mientras camino a veces hacen que no pueda escucharme, entenderme. Por ejemplo, cuando escribo, necesito que la música esté, o muy baja, o apagada. Es lo mismo con la luz. Nos cuesta tanto lidiar con la oscuridad, porque nos da miedo. Nos asusta apagar la luz y en vez de ver para afuera, sentir para adentro. Ni siquiera es ver, porque no hay nada que ver. Esto no es una tarea que le corresponde a nuestros ojos, si no a todos los demás sentidos. Incluso al sexto, al controversial sexto sentido que muchos creen que no está, pero ahí lo tenemos; latente, pero dormido.
Me encanta descubrir que la ausencia de luz es como un portal a un mundo de sensaciones nuevas. La vaga idea de que la respuesta a la búsqueda de paz es más un estado, que una respuesta. No es una palabra, no es una acción. No está en los textos motivacionales, ni en la motivación misma. No está en tranquilizantes, ni en el descanso, ni en el sueño. Mucho menos en la euforia o en la excitación. Es un estado, una sensación intrínseca que obviamos; como un lugar, pero adentro. La zona oscura, la zona pura.
Hay que apagar los distractores, lo exterior; cerrando los ojos. Apagar la luz para encendernos por dentro.
ART
"El humano se levanta cada mañana, se viste con su saco y corbata, piensa en su próximio auto, en su trabajo, lee el periódico, saca el perro a pasear. Vive en esta eterna pantomima, este teatro, esta mentira, simplemente porque es un cobarde, porque es incapaz de lidiar con el peso de su propia alma"
Hay que apagar la luz, y lidiar con nosotros mismos.
Hay que enfrentarse a la falta de luz para interiorizar, para que en vez de estar viendo el camino, en vez de estar viendo el espacio alrededor, justamente por lo alumbrado que está, podamos olvidarnos de nuestros ojos y cerrarlos, entrar en la oscuridad de nuestra alma y nuestro pensamiento. Enfrentarnos.
Me gusta apagar la luz cada cierto tiempo, y reencontrarme. Caminar despacio por mis propios pensamientos, sentirlos en vez de mirarlos. Los ojos nos opacan tanto los demás sentidos. ¿Qué me dicen del tacto? Si prestáramos más atención disfrutaríamos tanto las texturas que rozamos cada día.
Incluso los audífonos mientras camino a veces hacen que no pueda escucharme, entenderme. Por ejemplo, cuando escribo, necesito que la música esté, o muy baja, o apagada. Es lo mismo con la luz. Nos cuesta tanto lidiar con la oscuridad, porque nos da miedo. Nos asusta apagar la luz y en vez de ver para afuera, sentir para adentro. Ni siquiera es ver, porque no hay nada que ver. Esto no es una tarea que le corresponde a nuestros ojos, si no a todos los demás sentidos. Incluso al sexto, al controversial sexto sentido que muchos creen que no está, pero ahí lo tenemos; latente, pero dormido.
Me encanta descubrir que la ausencia de luz es como un portal a un mundo de sensaciones nuevas. La vaga idea de que la respuesta a la búsqueda de paz es más un estado, que una respuesta. No es una palabra, no es una acción. No está en los textos motivacionales, ni en la motivación misma. No está en tranquilizantes, ni en el descanso, ni en el sueño. Mucho menos en la euforia o en la excitación. Es un estado, una sensación intrínseca que obviamos; como un lugar, pero adentro. La zona oscura, la zona pura.
Hay que apagar los distractores, lo exterior; cerrando los ojos. Apagar la luz para encendernos por dentro.
ART
"El humano se levanta cada mañana, se viste con su saco y corbata, piensa en su próximio auto, en su trabajo, lee el periódico, saca el perro a pasear. Vive en esta eterna pantomima, este teatro, esta mentira, simplemente porque es un cobarde, porque es incapaz de lidiar con el peso de su propia alma"
Hay que apagar la luz, y lidiar con nosotros mismos.
Mar 2, 2017
Infinito
Entre el domingo y el lunes hay un espacio vacío, un huequito de paz.
También está en el punto medio del grosor del vidrio de la ventana del bus, que suele causar tanta melancolía.
A veces me lo topo en los milímetros entre el iris y la pupila, donde se esconden diferentes colores para no sobresalir, en una línea delgadísima, generalmente más clara.
Entre mi alma y mi cuerpo hay una dimensión, alejada de la realidad, que busca el universo en cada esquina, en toda acción.
Entre una pestaña y otra tengo un abismo, donde escondo luces y sombras, que luego me abrazan en cada parpadeo, y me visitan en sueños.
Entre una palabra y otra hay un silencio perfecto, un instante sin sonido alguno que dice más que todas las conversaciones del mundo.
Está ahí, en medio de todas las mentiras de este sinfín de intentos fallidos, en medio del sueño y la realidad, en el límite de un espacio y otro, en ese espacio vacío en el que las partículas casi se tocan (porque en realidad, no se rozan), en ese agujero negro entre el consciente y el subconsciente.
En ese instante en el que sonido viaja de un ser a otro hay una intersección de energía, que sirve de panel, de camino, a veces incluso de guía. También está en el parpadeo de las estrellas que llegan siglos tarde a nosotros.
Es una chispita. Escondida en los espacios, en los silencios. A veces la encuentro, y todo vuelve a tener sentido, ahí, en un instante vacío, en alguna otra realidad.
ART
Entre el cuerpo que camina y el alma que encierra, hay un espacio diminuto con todo un universo concentrado, que une uno con el otro, y los hace vibrar.
Feb 26, 2017
Pedazos de mí
El instinto es el mejor escondite, ¿sabían? Es la zona más segura y más real: puede uno sentir todo de inicio a fin, entonces la apertura emocional a la que tantos huyen, en realidad hace aún más seguro el camino, porque se sabe lo más pronto posible cuando hay que quedarse, y cuando irse.
El olfato es un sentido agudísimo. Las personas, las situaciones, los lugares, todos tienen olores tan variados. La nariz los detecta. Mi nariz los detecta. Algunos huelen a pasto, o a cafetal, otros a nubes, o a caña.
Verán, no hay nada más real que el alma misma: el color de los ojos en media sonrisa, el tono de voz segundos antes de llorar, la reacción de las manos al caer.
Cuando se siente la vida, se siente en cada parte del cuerpo. A veces se arranca, se desgarra, se cae en pedazos.
El alma se entrega a aquello que ama, y por eso es que amar cansa. Cansa tanto. La entrega a tantos lugares, a tantos momentos, a tantas canciones. A tantos seres humanos, incontables. La entrega a historias, a poesías, al auge del día.
Y es que después de tanta entregadera, después de tanto dar como si esto fuera una sucursal de emociones, como si el corazón regenerara como anfibio, termina uno incompleto, con pedazos de cuerpo.
Tengo algunos dedos a la mitad de tanto que escribí. Me queda la tercera parte de mi cabello de tanto que me rapé. Tengo cada vez más tinta de tanto que necesito llevar en la piel, y cada vez menos espacio para lo que viene.
Tengo pedacitos de mí. Amontonados en una cumbre inexplicable de desalientos y esperanza, de experiencia e inocencia.
Tengo un alma partida, que se recoge a sí misma. Incluso a veces, me quedo tan chiquitita, que soy un pedacito del pedacito de lo que queda de mí. Ese pedacito que se congela si hace mucho frío, en la punta de mi nariz.
Con ese pedacito me despierto, me levanto, hasta me alcanza para la taza de café.
Al fin y al cabo no hay mejor remedio para el frío que un pedacito de alma escondido en las cobijas una tarde de domingo.
ART
A veces sólo quedan pedazos de mí, pero acá seguimos.
El olfato es un sentido agudísimo. Las personas, las situaciones, los lugares, todos tienen olores tan variados. La nariz los detecta. Mi nariz los detecta. Algunos huelen a pasto, o a cafetal, otros a nubes, o a caña.
Verán, no hay nada más real que el alma misma: el color de los ojos en media sonrisa, el tono de voz segundos antes de llorar, la reacción de las manos al caer.
Cuando se siente la vida, se siente en cada parte del cuerpo. A veces se arranca, se desgarra, se cae en pedazos.
El alma se entrega a aquello que ama, y por eso es que amar cansa. Cansa tanto. La entrega a tantos lugares, a tantos momentos, a tantas canciones. A tantos seres humanos, incontables. La entrega a historias, a poesías, al auge del día.
Y es que después de tanta entregadera, después de tanto dar como si esto fuera una sucursal de emociones, como si el corazón regenerara como anfibio, termina uno incompleto, con pedazos de cuerpo.
Tengo algunos dedos a la mitad de tanto que escribí. Me queda la tercera parte de mi cabello de tanto que me rapé. Tengo cada vez más tinta de tanto que necesito llevar en la piel, y cada vez menos espacio para lo que viene.
Tengo pedacitos de mí. Amontonados en una cumbre inexplicable de desalientos y esperanza, de experiencia e inocencia.
Tengo un alma partida, que se recoge a sí misma. Incluso a veces, me quedo tan chiquitita, que soy un pedacito del pedacito de lo que queda de mí. Ese pedacito que se congela si hace mucho frío, en la punta de mi nariz.
Con ese pedacito me despierto, me levanto, hasta me alcanza para la taza de café.
Al fin y al cabo no hay mejor remedio para el frío que un pedacito de alma escondido en las cobijas una tarde de domingo.
ART
A veces sólo quedan pedazos de mí, pero acá seguimos.
Feb 2, 2017
Yana
A las notas del piano que fallé, les pido me perdonen por mis torpes
dedos, que a veces resbalan por culpa del sudor de los nervios, de la
falta de entendimiento. No me arrepiento de haberle dado vida a aquel
piano, por más que desafinara más de una nota por mi mala memoria, que
es tan selectiva y tan inconsciente, tan mía y tan ajena a mi escogencia
y a mi placer.
Tocaba piano en memoria de quien me escuchó con gozo, con sonrisas nostálgicas por más que decía que odiaba las despedidas. En realidad me acurrucaba en sus ojos brillantes que me veían como si fuera yo la que componía, y yo que ni sabía lo que hacía.
Ella recordó la primera vez que escribí, y yo que no tengo idea de lo que hablaba. Le leí algún poema sin sentido a los seis años por teléfono, y décadas después supimos que no le mentí, que escribí, y se lo regalé.
Se me fue abandonando a una bola familiar explosiva, llorando todos sin saber cómo afrontar una pérdida tan fuera de lugar, tan desapercibida. Aún no sé como te nos fuiste sin decir adiós, sin explicarnos que ya no podías.
Yo aún no caigo en cuenta de que tu ausencia va a ser eterna, que no es una nota de piano que fallé mientras te tocaba que puedo corregir la segunda o tercera vez que lo intente, la próxima vez que te toque. No habrá próxima vez, pero espero que el sonido si llegue a donde estés.
ART
Te recuerdo con cada sonido de piano en mi memoria, y se me viene encima toda la música como explosión solar. Aún no entiendo por qué no estás.
Tocaba piano en memoria de quien me escuchó con gozo, con sonrisas nostálgicas por más que decía que odiaba las despedidas. En realidad me acurrucaba en sus ojos brillantes que me veían como si fuera yo la que componía, y yo que ni sabía lo que hacía.
Ella recordó la primera vez que escribí, y yo que no tengo idea de lo que hablaba. Le leí algún poema sin sentido a los seis años por teléfono, y décadas después supimos que no le mentí, que escribí, y se lo regalé.
Se me fue abandonando a una bola familiar explosiva, llorando todos sin saber cómo afrontar una pérdida tan fuera de lugar, tan desapercibida. Aún no sé como te nos fuiste sin decir adiós, sin explicarnos que ya no podías.
Yo aún no caigo en cuenta de que tu ausencia va a ser eterna, que no es una nota de piano que fallé mientras te tocaba que puedo corregir la segunda o tercera vez que lo intente, la próxima vez que te toque. No habrá próxima vez, pero espero que el sonido si llegue a donde estés.
ART
Te recuerdo con cada sonido de piano en mi memoria, y se me viene encima toda la música como explosión solar. Aún no entiendo por qué no estás.
Mi registro de voz
El registro de mi voz se queda corto la mayoría de las veces. Si la apoyo en la cabeza, es demasiado aguda, demasiado aireada. Si la hago vibrar en mi pecho es baja pero no lo suficiente, demasiado limitada, no alcanza para más de un par de notas. Y si utilizo la garganta como la mayoría de las personas, mis cuerdas vocales se golpean entre ellas hasta quedar ambas muertas.
Algo así pasa con tantas cosas. Me quedo corta. Quiero pegar la nota alta pero no lo logro. Quiero expresarme en contralto pero no me oigo. Al final me quedo callada, y me voy.
ART
Algo así pasa con tantas cosas. Me quedo corta. Quiero pegar la nota alta pero no lo logro. Quiero expresarme en contralto pero no me oigo. Al final me quedo callada, y me voy.
ART
Jan 14, 2017
.
Maybe, every time we lie to ourselves
a piece of the universe colapses.
And that's why, in time,
shining gets even harder.
And maybe, every time we harm,
part of our hands gets marked.
And that's why soft skin
is so hard to find.
Maybe I found you
and lost you
at the same fucking time.
ART
Jan 10, 2017
Afinar con vos
La vía temblorosa
entre tu mano y la mía,
la mirada constante
y a veces perdida.
Las incomodidades sinceras
la exactitud,
las gavetas, tus hileras,
mis nervios
como regalos postrados
en tu pecho.
Mis variadas notas
afinan con vos
adentro mío,
en mis huellas dactilares,
en mis poros cerrados,
en el agua que llevo,
y también en el fuego.
Y la cruda realidad,
se vuelve un poco menos amarga
si la agarrás a patadas conmigo,
si acompañás mi rabia
con tu rabia,
y al final, reímos.
Afinate conmigo,
aunque aún no sepás,
después de recorrer
descalza el camino
se vuelve más fácil caminar.
Desquitate conmigo
de los sinsentidos,
capaz y aprendemos de por vida
a evolucionar las iras
y ponerlas a crear.
La magia latente,
entre tu piel y la mía
me hace olvidarme
de mis desdichas,
mis malas analogías,
o mis teorías humanistas.
Porque cuando te afinás
conmigo
se me quitan las disonancias,
la contaminación,
me convierto de hierro,
de algodón,
todo es unísono
cuando me afino con vos.
ART
Y yo que siempre desafinaba.
entre tu mano y la mía,
la mirada constante
y a veces perdida.
Las incomodidades sinceras
la exactitud,
las gavetas, tus hileras,
mis nervios
como regalos postrados
en tu pecho.
Mis variadas notas
afinan con vos
adentro mío,
en mis huellas dactilares,
en mis poros cerrados,
en el agua que llevo,
y también en el fuego.
Y la cruda realidad,
se vuelve un poco menos amarga
si la agarrás a patadas conmigo,
si acompañás mi rabia
con tu rabia,
y al final, reímos.
Afinate conmigo,
aunque aún no sepás,
después de recorrer
descalza el camino
se vuelve más fácil caminar.
Desquitate conmigo
de los sinsentidos,
capaz y aprendemos de por vida
a evolucionar las iras
y ponerlas a crear.
La magia latente,
entre tu piel y la mía
me hace olvidarme
de mis desdichas,
mis malas analogías,
o mis teorías humanistas.
Porque cuando te afinás
conmigo
se me quitan las disonancias,
la contaminación,
me convierto de hierro,
de algodón,
todo es unísono
cuando me afino con vos.
ART
Y yo que siempre desafinaba.
Tus pestañas
El mar se queda corto
a la par de tus pestañas
y su reventar
en el aire.
Si pudiera surfear en ellas
probablemente moriría
al instante.
Pero si se tratara de naufragar
escogería el punto más negro
de tu pupila
para que tus pestañas me acaricien el cuerpo
cada día.
Y si tuviera que vivir
en algún rincón del mundo
y pudiera decidir,
escogería la curva final de tu retina
para hacerme chiquitita
y dormir ahí.
Me cobijaría en cada una
de tus pestañas
para despertar allí
cada mañana.
ART
a la par de tus pestañas
y su reventar
en el aire.
Si pudiera surfear en ellas
probablemente moriría
al instante.
Pero si se tratara de naufragar
escogería el punto más negro
de tu pupila
para que tus pestañas me acaricien el cuerpo
cada día.
Y si tuviera que vivir
en algún rincón del mundo
y pudiera decidir,
escogería la curva final de tu retina
para hacerme chiquitita
y dormir ahí.
Me cobijaría en cada una
de tus pestañas
para despertar allí
cada mañana.
ART
Medio camino
A mitad de camino
me devolví,
a llevarte conmigo.
Al volver donde estaba,
recuperar el recorrido,
ya te habías ido
por otro camino.
A mitad de camino
te perdí,
y supe que devolverse
no cura las heridas,
ni las tuyas,
ni las mías.
Al continuar la jornada
decidí,
no volver a ver para atrás
ni siquiera por vos
ni por mí.
ART
No hay que volver a ver atrás, aunque lo que se haya dejado sea bueno.
me devolví,
a llevarte conmigo.
Al volver donde estaba,
recuperar el recorrido,
ya te habías ido
por otro camino.
A mitad de camino
te perdí,
y supe que devolverse
no cura las heridas,
ni las tuyas,
ni las mías.
Al continuar la jornada
decidí,
no volver a ver para atrás
ni siquiera por vos
ni por mí.
ART
No hay que volver a ver atrás, aunque lo que se haya dejado sea bueno.
Jan 1, 2017
Dolor
Si el infierno tuviera tu nombre
ya no habrían ironías.
Si mi piel fuera perfecta
no sería mía.
Pero sobre todo
si las películas tuvieran tinta
así de fácil
se secarían.
ART
"Te amo tanto que duele"
Subscribe to:
Posts (Atom)