Te fui. Justo así, con errores ortográficos, yo te fui. Extraño, ¿no? Como te eché de este lugar con la delicadeza de los modales que quizá ni ves.
Te solté la mano cuando volteé y no te reconocí, porque probablemente jamás te vi. Los lentes hoy me ayudan muchísimo más, ¿sabés? No tanto a ver mejor, pues el aumento sigue para arriba, pero ayudan a que el dolor de cabeza no esté y lo borroso sea un poco más nítido, y me confirme lo que ya de por sí el instinto me dijo siempre. Pensé que no había olvidado, que el corazón aún se exaltaría con tus abrazos y que aún sonreiría al escuchar tus buenas noticias, tan extrañas y fuera de lugar. Creí que el tiempo, como buen torturador que sabemos que es, me iba a devolver un par de años atrás y decirme que todo va a estar bien. Y efectivamente, todo estará bien, pero sin que los años dejen de avanzar. Sin tus repudiantes máscaras color rosa que tanto detesto, y sin tu infantil carácter que ya no entiendo. Te olvidé pensando que estábamos regresando, que todo brillaba, que volábamos. Y en eso se me olvidó tu existencia, y aflojé la cuerda.
Que me perdone la luz que tantas veces imploré si de casualidad voló hasta la tierra en vano, porque así como las piedras de mi cuarto se van rajando cuando absorben demasiada energía, así a mí se me acaba la tolerancia por tanta pantomima. Mañana nos reiremos, una vez más, y yo pensaré por dentro: qué aliviante es no tenerte doliéndome en el alma, atormentándome las noches, y cargándome esta cruz. Te fui, mientras estabas justo al lado, justo aquí.
"En alguna memoria que pensé
que aún no estaba enterrada,
te olvidé
con aquellos chocolates
que de niña me encantaban,
y jamás me acordaré
de cómo se llamaban.
Te olvidé porque te fuiste
y yo no tengo ganas de buscarte,
te olvidé porque me heriste
y yo no tengo fuerzas para sanarme."
ART
No me quedan fuerzas, cariño. Ni interés, ni ganas, ni alma para vos. Se me acabó.
No comments:
Post a Comment