Quizá hoy desperté sin haber dormido y me entregué sin esperar sentirlo, y las sorpresas volvieron a hacer su entrada por mi camino. ¡Sorpresa! Hoy estamos donde hay que estar. Más tiempo que vida pero sobre todo vida, la que pensamos que se va, pero en realidad viene, con las cosas que no están, con el pasado inconcebible. La conciencia tarda suficiente para palpar la realidad, pero la realidad sucede en el presente aunque no se pueda mentalizar inmediatamente. Como me explico, es que el humano cree que su egocentrista mente es la que crea, pero la vida y su entorno están, y hasta después es que logramos mirar, y justo por eso es hermoso. Justo por eso el tiempo no existe. Justo por eso amanecí donde quería, aunque la conciencia lo captara hasta el segundo después. Y probablemente por eso mismo vos ya estuviste, ya estuvimos, aquí o en algún otro lugar, sólo que hasta hoy nos miramos con conciencia y palpamos el pasado, el instante anterior, y de aquí en adelante el tiempo se vuelve futuro, tal vez incluso alentador. Un respiro en plena madrugada, un cigarro y, por supuesto, tu voz.
La cosa es que corrí desnuda, y me cobijé en aire fresco, después de mucho tiempo.
ART
Y al segundo siguiente del hecho, conscienticé que dormí en campo abierto, de batalla. Pero la guerra terminó, y aquí estamos vos y yo, tomando desayuno y forjando de nuevo la voz.
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