Dec 4, 2014

Debería, pero no es.

Sentirse en casa debería ser como volver a las raíces y que una energía desde adentro te llenara como si no hubiera mañana. Encontrar al amor de la vida debería ser como un trueno en medio de la noche, un escalofrío en todo el cuerpo, como perder la vida y recuperarla en un respiro, como volver a nacer. Sentirse feliz debería ser como un éxtasis de emociones encontradas por primera vez, como un tesoro enterrado y sin saber que hacer con él, solo salen sonrisas e ilusiones y un montón de sueños que se pintan de diferentes colores.

Pero no. Sentirse en casa es a veces vacío y oscuro y lleno de recuerdos que en realidad no queremos recordar. Encontrar al amor no es una montaña rusa sino una paz inexplicable, tranquilidad en el alma y un corazón que vive por fin con calma. Sentirse feliz es ser sincero con el espíritu y vivir sin remordimientos de lo que se fue, es aceptarse como un ser completo y eterno hasta la muerte de esta vida. 

Hay una diferencia fundamental entre ser y estar. Y es que todos estamos aquí. Pero no todos somos. Hay que ser, no estar. Yo no "estoy" aquí. Yo soy aquí. Y en ese momento fui feliz, y en ese momento encontré el amor de mi vida sin siquiera tenerlo conmigo. Y en ese momento volví a mi hogar, sin sonidos de tambores resonando al fondo y sin situaciones extremas llevándome a las lagrimas. Solo soy, como un respiro profundo que no significa más que eso, como un escrito sin sentido, que no es más que yo. Sólo yo. 

ART

Renacer es overrated. Renacemos todos los días y con cada parpadeo. ¿Qué es un parpadeo? Un abrir y cerrar de ojos. O tal vez un cerrar y abrir. Lo importante, es abrir. Me abrí. 

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