Jul 25, 2019

Nada más

Apretando las manos
para sentirme la piel
traté de encontrarme
del otro lado de la montaña.

Subiendo más gradas
para sentir las nubes
me descubrí desnuda
y empapada.

Llorando entre poros
de malestar
supe que somos aire
y nada más.

ART

A veces tratar de rozar lo que somos o lo que sentimos es más complejo de lo que creíamos. ¿Qué tanto nos conocemos en realidad? Sentimos y pensamos y explotamos, y aún así a veces no sabemos por dónde estamos caminando, o a dónde vamos. Y es que cruzar montañas no nos lleva a otro lugar si llevamos por dentro la misma entraña. Hay que cambiar.

Todavía me descubro como una semilla apenas germinando, cuando veo que si acaso estoy empezando a entender algo de la vida cuando noto que la densidad del aire a veces es mía. No del otro, no del mundo, no de esta ruleta sin sentido. Sino mía, del pecho. A veces es uno el que está contaminado, y hay que purgar.