"Yo no quiero un amor civilizado
con recibos y escena del sofá (...)"
Joaquín Sabina
¿Quién dijo que existe una receta para el amor de pareja?
Han pasado tantos años desde que empecé a darle vueltas a los asuntos de pareja, y me he sentido como un ente tan distante, tan diferente de las parejas que conozco; incluso de las parejas que tuve en el pasado. Verán, para mí siempre ha sido un constante aprendizaje el entender por qué hacemos las cosas de cierta manera, y no de otra; en todo tipo de cuestiones sociales, me ha costado comprender. Es por eso que, desde muy pequeña, me costaba calzar, me costaba congeniar, me costaba ver de la misma manera. Y bueno, con el paso del tiempo, entré en el tema del amor: Nos pintan esta escena tan específica y limitada; y supuestamente perfecta, para peores; de lo que esto es (refiriéndonos al amor de pareja, sin tocar a profundidad otros amores), un conjunto de supuesto compromiso, "fidelidad" (dentro de la percepción de algunos respecto a lo que esto es), sacrificios, ataduras, y una suposición a futuro: si no es para siempre, no es amor. O en todo caso no es "el amor de tu vida". Si no es monógamo, no es amor. Y siempre me ha sorprendido que nadie ha podido responderme cuando pregunto ¿por qué?. ¿Quién dice que sólo así se ama? Es más, ¿quién dice que eso es amor? E imaginando que existen variadas respuestas a las últimas dos preguntas, ¿por qué alguien más define como yo tengo que amar? Digo, yo sé que no me está obligando con una pistola en la cabeza, pero al fin y al cabo se nos enseña que hay una manera "correcta" de hacerlo.
Como siempre, he llegado a mis propias conclusiones. Y esto, amigos, es sumamente íntimo y personal, así como critico que alguien más nos venga a enseñar de amor, yo tampoco les voy a "enseñar" cómo "deben" amar, pero les voy a contar lo que pienso, lo que descubrí en mi largo (o corto, no sé) camino, les voy a contar cómo lo veo yo.
Yo creo que existen muchos amores, de muchos tipos, a lo largo de la vida. Y eso está bien. Si la vida misma es pasajera, ¿por qué el amor "real" no? Muchos amores pueden ser reales, y no por eso tienen que durar "toda la vida". Puede que sí, puede que no, pero ninguno es menos que el otro.
Yo no amo monógamamente: un amor no elimina el otro. Para hacer la analogía más simple para esto, ninguna partícula del universo puede ocupar el mismo espacio que otra, como ya sabemos. De la misma manera, un amor ocupa un lugar, y otro amor ocupa otro lugar adentro de nosotros. De la misma manera en la que uno ama a sus amigos, a su familia, a su(s) mascota(s), uno puede amar a más de una persona como pareja, porque, ¿quién dice que no? Y si dice que no, ¿por qué?. Mi amor por una no tiene nada que ver con mi amor por otra, o mi atracción por otra, etc.
El ser humano es sexual: Nuestra sexualidad es de las partes más importantes (algunos creen que la más) de nosotros. Nos atrae gente todo el tiempo, físicamente, mentalmente, emocionalmente, mezclas de las anteriores, etc. A mí me gusta gente todo el tiempo, y no siempre tiene que ver con amor, sino con mi naturaleza. Ahora, existe la percepción monógama de que si amo a una persona, tengo que sacrificar toda esa atracción que puedo sentir por una u otras personas a lo largo de mi vida, porque esa es la manera adecuada de mantener una relación seria. Y otra vez vengo con la misma pregunta, ¿por qué?. Yo creo que la seriedad y el compromiso no tiene nada que ver con atracciones, ni siquiera con amores necesariamente. El ceder un placer tan innato como el gusto por otros es algo tan arraigado en nuestra cultura, que lo damos por sentado sin siquiera analizarlo. No digo que esté "mal", porque esto no se trata de posiciones morales, no se trata de bien o mal, sino de que no es la única manera.
Si analizo las parejas monógamas que he conocido a lo largo de mi vida (casi todas las parejas que he conocido son monógamas), las razones primordiales que encuentro para la monogamia son: inseguridad, posesión, egoísmo, y la más importante que ya mencioné: una percepción arraigada de cómo funcionan las relaciones, una percepción que no nos cuestionamos ni por un segundo. (Solo para aclarar, también está la religión, pero esa no la voy a tocar) Vamos punto por punto:
Inseguridad porque el hecho de que a mí me guste alguien más, hace que mi pareja se sienta insegura, piense que no es "suficiente" para mí, que no me "llena", que ya no la amo tanto, que ya no me gusta tanto. Esto genera inseguridades y por ende un desbalance. Muchos dirían que la lastima, la hiere. Pero es que una persona jamás puede ser el "todo" de alguien. En primer lugar porque somos seres independientes que no necesitamos de otro para completarnos, y en segundo lugar porque nadie es literalmente "completo" para con alguien, absoluto. Nadie nos puede "llenar". Todos encontramos cosas que nos gustan, que nos aportan, que amamos, en distintas personas; esto sucede en las amistades también, tenemos amigos con los que congeniamos por ciertas razones, y otros por otras, y eso está bien. Todos hacen click en nuestra cabeza y nuestro corazón de maneras distintas, y todas son bienvenidas. Yo no quiero ser "el todo" de nadie. Yo no quiero "llenar" a nadie, no podría ni aunque quisiera, en todo caso.
Posesión porque hay una concepción sumamente posesiva de las relaciones amorosas, si sos mi novio o novia, sos mío(a). Me pertenecés, sos de mi propiedad. Aunque somos dos personas separadas, existe un control que ejerzo sobre vos, y viceversa. Hay control en tantos ámbitos, desde cosas mundanas como dónde se está o qué se está haciendo, con quién y por qué, hasta cosas importantes como la incapacidad de tomar decisiones respecto a su vida sin pasar antes por el aporte del otro (una cosa es querer el aporte de alguien y otra es que le sea impuesto).
Egoísmo porque una de las razones primordiales por la que muchas personas son monógamas es el hecho de pensar en sí mismos, por ejemplo: los celos. Esto va de la mano con las dos anteriores, pero sigue siendo necesario mencionarla por aparte. Entonces, yo no permito que mi pareja esté con alguien más porque a mí me afecta, sin tomar en cuenta lo que piense, quiera, o sienta el otro. Yo no acepto que mi pareja pueda sentirse atraída por alguien más, sabiendo muy claramente que yo también me siento atraída por otras personas, porque a mí me molesta, porque me dan celos, porque quiero ser la única persona que le guste, cuando todos sabemos que esto no es ni será cierto, sobre todo si hablamos de relaciones largas.
Sería importante agregar aquí la enorme hipocresía que ronda esto: Bien que cuando somos nosotros los que nos sentimos atraídos por alguien más no lo vemos necesariamente mal, bien que las muchas personas que conozco que le han sido infieles a sus parejas serían totalmente incapaces de perdonar una infidelidad. Es decir, cuando yo lo hago está bien (siempre se generan excusas, que generalmente recaen en hacer a mi pareja responsable por mis actos), pero si lo hace el otro, jamás.
La concepción aprendida, y tan arraigada que tenemos de qué es el amor y cómo se demuestra es el problema más grave. Estamos tan sumidos en ella que no la cuestionamos. Y esto aplica para muchas cosas más, además del amor de pareja. Muchas veces alguien me dice algo, y le respondo con un simple "¿por qué?", y lo que recibo es una reacción molesta diciendo "¡¿cómo que por qué?! ¡Porque sí!", porque para ellos es "obvio", es lo que "todos" hacen o dicen, es "lógico", o simplemente "es así", y nunca se han preguntado (a algunos no les interesa del todo hacerse la pregunta) por qué.
Para mí, en cambio, es inimaginable dar algo por sentado sin antes cuestionarlo. Claro que tengo aún cuestiones arraigadas de las que me cuesta limpiarme, como todos, y cada día hago un esfuerzo por ser más abierta, más comprensiva, más empática, más analítica, más crítica, etc. Y ahí voy. Pero realmente dedico tiempo a realizar estas introspecciones, y pienso muy sinceramente que todos deberíamos hacer lo mismo. Mirar para adentro no es fácil, pero sí necesario.
Hay una constante señalización y victimización en estos temas: muchas personas juzgan a su pareja, la condenan y la culpan, mientras no toman responsabilidad de sus propios actos, o siquiera generan cierta empatía con lo que está sucediendo. Y bueno, esto es el camino fácil, ¿no? Es muy fácil señalar al otro. Lidiar con nuestras propias acciones es lo que requiere más esfuerzo.
Entonces, ¿por qué nos es tan fácil justificarnos y tan difícil entender al otro? Este es un tema importantísimo, porque todos somos diferentes, y es la falta de flexibilidad lo que genera muchísimas mentiras y engaños entre las parejas. Por ejemplo, como yo sé que mi pareja jamás me va a perdonar una infidelidad, entonces la escondo, y para empeorar, actúo de la misma manera.
Por otro lado, dentro de la percepción de fidelidad de las personas monógamas, ¿qué es realmente ser infiel, que mi pareja haga algo, es decir, que esté con otra persona, tal vez incluso sin que le guste realmente sino por otros factores (inmadurez, enojo de momento, efectos de drogas, etc.), o que no esté con nadie más pero pase los días queriendo? Es una cuestión para analizar.
Yo he tenido relaciones monógamas. Recuerdo muy bien una en la que le fui infiel a mi pareja, y pues siempre he sido mala para eso de mentir, y le conté al día siguiente. Además de que pasé un infierno durante semanas, fue un hecho que se me reprochó durante todos los siguientes meses que duró la relación. Tiempo después de terminar, me enteré que mi ex-pareja me había sido "infiel" múltiples veces también. A mí, en lo personal, esto no me duele, ni me molesta, pero la ironía del caso amerita que cuente el ejemplo.
Hay muchas historias de este tipo. No digo que aplican en todos los casos (nada aplica en todos los casos), pero son bastante comunes. Parte de estas ironías es que los estudios y encuestas que se realizan en matrimonios monógamos para determinar infidelidades siempre tienen porcentajes muy elevados, la historia nos ha enseñado una y otra vez que el ser humano no le es fiel por décadas a una sola persona, la pregunta es, ¿por qué lo seguimos intentando? Y más allá de intentarlo o no, ¿por qué nos engañamos a nosotros mismos? ¿Por qué tenemos la idea de que el "amor de verdad" es único y limitado? Yo digo que puede que sí, y puede que no. Depende de cada quien, de lo que quiera, de qué tanto se conozca y qué tan honesto sea consigo mismo. Ahora, siempre hay excepciones a la regla: existe el ejemplo del matrimonio monógamo que nunca conoció la infidelidad. Pero estas son excepciones, y la excepción confirma la regla.
Para continuar con las preguntas, ¿qué es peor, una relación "monógama" donde somos infieles a escondidas, o una relación abierta en la que hay honestidad? Le he hecho esta pregunta a tantas personas, y la mayoría me han dicho que "no podrían lidiar" con saber que su pareja está con alguien más, es decir, prefieren la pantomima de monogamia y la "infidelidad" a escondidas, prefieren no saber.
¿Cuántos de nosotros hemos sido "infieles"? Y si muchos contestan a esto que no, ¿cuántas veces han querido? Y sí, muchos "se aguantan" y no actúan. Pero, ¿por qué? Algunos piensan que si beso a alguien, amo menos a mi pareja, y yo creo que esa conjetura es lo más erróneo que podríamos decir. Un beso podría no significar nada más que un beso; una relación sexual podría ser solo sexo. A veces, también es más que eso, y ninguna de las anteriores invalida un sentimiento, ninguna de las anteriores invalida automáticamente el amor.
Entonces, yo he decidido amar a mi manera: libremente. Yo creo en el amor libre, creo en la comunicación, en la honestidad, la honestidad real, creo en una pareja con la que pueda conversar libremente de mis emociones, de mis pensamientos, y llegar a acuerdos, crecer, evolucionar. Creo en que mi pareja me comparta lo que pasa en su vida, sin miedo, sin ataduras, sin engaños, sin estereotipos, sin conjeturas de qué está bien y qué está mal. Creo en crecer juntos (o juntas): tal vez por un tiempo no estemos con nadie más, porque simplemente no se da, o no queremos; tal vez por un tiempo estemos pasando por una mala situación en nuestra relación, y prefiramos enfocarnos en nosotros (o nosotras) y no complicar más la cosa agregando terceros; tal vez por un tiempo estemos en una etapa sumamente diversa viviendo todo tipo de aventuras; y así consecutivamente. Yo no me siento menos amada si mi pareja se siente atraída hacia alguien más, incluso si llega a amar a alguien más, pero todo son niveles de confianza y lazos que se van construyendo, es un proceso. Que sea como sea, pero que sea entre mi pareja y yo, es decir, que lo decidamos en conjunto en vez de asumir una manera estática de hacer las cosas, y que sea honesto, siempre honesto.
Desde que tomé esta decisión ha sido más que complicado (como si no lo fuera ya) poder establecer lazos duraderos con alguien (y conozco otras personas que pasan por situaciones similares). Incluso algunas personas que entienden, y hasta piensan de manera similar, no pueden imaginarse llevando a la práctica una relación así. Pero prefiero disfrutar de mi compañía, que ya de por sí amo, que vivir engañada en una relación deshonesta, o sacrificando placeres que no considero que tengan nada de malo.
El punto es que no existe una manera "correcta" de amar, existe el amor. En miles de formas, colores, y sabores distintos. Y yo, por mi lado, he ido forjando mi percepción de éste, y me he encontrado con quién soy, qué creo, y por ende, cómo amo. Ésta es, a la vez, mi recomendación para todos: conózcanse hasta lo más profundo, todo lo que puedan (es un proceso que no termina), y lleguen a sus propias conclusiones. Descubran cuál es su manera, o maneras de amar; qué creen y qué no; qué quieren y qué no. Las relaciones deberían ser más transparentes, más sinceras, más reales. Yo, en este momento, sólo puedo pensar en una pareja que conozco y considero que es sana y feliz. De ahí en fuera, son todas, para mí, una mentira. Y eso es tan triste, llegar a estos niveles de pantallas, de deshonestidad, de necesidad y dependencia, entre otras. Nos hace falta librarnos de tantas etiquetas, estigmas, cadenas que aceptamos sin siquiera pensar. El Universo es tan amplio, las posibilidades son tantas, y nosotros vivimos construyendo paredes para encerrarnos.
Nadie tiene que amar como yo, cada quien encuentra su camino, pero hay que buscarlo. No podemos pasar la vida dejándole esta tarea a los demás, sumándonos a una masa no-pensante que sigue los pasos que alguien más dicta. El mundo tiene posibilidades infinitas, y con ello maneras infinitas de amar y de construir nuestras relaciones. Yo he encontrado la mía. Tal vez no calza con la mayoría, pero tenerla y conocerla me hace sentirme plena y orgullosa de mi propio proceso, ser honesta no sólo con los demás sino conmigo misma me hace feliz.
Por último, creo que es importante recalcar que siempre he pensado que no es necesaria una pareja para sentirnos "completos" o "realizados". Yo me siento bien completa y feliz, no me hace falta nadie, y la verdad es que disfruto y valoro mi soledad y mi libertad como nada más en el mundo, sobre todo ahora. Pero si pienso en una relación, este es el amor que puedo dar, el amor que he descubierto que es el más sincero para mí, y no pienso conformarme con nada menos que eso, porque éste es, para mí, un amor real.
ART
Un amor real y libre; como el alma con la que nacemos, y que tanto nos cuesta a veces ver, y aceptar.