me dijo que la sonrisa
me lucía,
y yo que ya no creo
en tanta mentira
me vi de repente
aturdida.
Un retrato falso
de recuerdos ya borrosos
me hacen dudar,
y yo que ya no recuerdo
ni dudo, ni borro,
me dispuse a olvidar.
Un autobús de miércoles
me dio algo de paz,
de dulzura.
Y yo que no tengo calma
ni astucia, ni serenidad
me conformé, como siempre,
con soltura.
En alguna esquina
sucia
de esta ciudad,
recordé
que adentro de mis maletas
y de mis historias viejas
lo que llevo son migajas
de un amor que ya fue.
Un café ralo,
un abrazo falso
en algún instante que me inventé,
y yo que cargo con las migajas
del amor que te dejé.
El que ya no es.
ART
Se me olvida que ya no nos tenemos, y yo que aún conservo tus maletas.